En la construcción y la minería, las máquinas están sometidas a grandes esfuerzos. Entornos difíciles, un funcionamiento ininterrumpido y maquinaria cada vez más compleja exigen una lubricación tan exigente como el propio emplazamiento de trabajo. Una elección sabia del lubricante que usar y una estrategia inteligente en materia de fluidos pueden facilitar la respuesta a los retos planteados y a ayudar a mantener la productividad, seguridad y rentabilidad de las flotas.
La construcción y la minería son cimientos de la vida moderna, mantienen el mundo en funcionamiento proporcionando materias primas esenciales y permitiendo la creación de infraestructuras vitales. Estos sectores no funcionarían a la escala actual sin contar con potentes equipos de servicio pesado rindiendo en los entornos más difíciles. Como ocurre en similar medida en la agricultura, una lubricación inteligente alarga los tiempos de actividad, protege los activos y mantiene el buen funcionamiento de las operaciones.
Gestionar equipos pesados para construcción o minería trae consigo bastantes retos. Desde cargadoras subterráneas y camiones de transporte hasta excavadoras y bulldozers, las máquinas suelen trabajar en entornos sucios y con altas cargas, situaciones en las que la tolerancia a los tiempos de inactividad es menor que cero. Ya sea en las profundidades bajo la superficie o en terrenos accidentados, posponer los cambios de aceite, omitir análisis de fluidos u optar por un lubricante cualquiera puede provocar fallos prematuros de los componentes y pérdidas de productividad, siempre en el peor momento posible.
Al operar equipos pesados de construcción o minería, los lubricantes a menudo se ven forzados al límite y, en ocasiones, incluso más allá. Tanto si el equipo sufre una sobrecarga mecánica, contaminación o presión de tiempo, ten en cuenta algunos retos habituales relacionados con la lubricación que cualquier responsable de operaciones o de mantenimiento debería contemplar.
Alta fatiga mecánica, cargas de choque y ciclos ininterrumpidosLos equipos de construcción y minería se ven sometidos a cargas exigentes y vibraciones intensas. Los vehículos destinados a la construcción, como excavadoras y palas cargadoras suelen estar muchas horas en funcionamiento, incluso a altas RPM, con arranques-paradas y cambios de carga frecuentes. En la minería, especialmente la subterránea, algunas máquinas como las cargadoras y las trituradoras deben soportar presiones extremas e impactos repetidos. Para evitar el contacto directo metal con metal y el desgaste de los componentes, es necesario usar lubricantes que:
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Contaminación y entrada de abrasivosTanto si se trata de polvo fino de roca, agua o arena, los contaminantes están por todas partes en la construcción y la minería. Los vehículos para trabajos subterráneos afrontan riesgos aún más persistentes de entrada de agua y partículas. En lugares de construcción, el polvo de hormigón y la tierra suelen invadir los sistemas de lubricación que están al descubierto. Para atenuar los daños y mantener un funcionamiento limpio, los lubricantes deben ofrecer:
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Temperaturas extremas y condiciones variablesLos equipos de construcción y minería deben responder en amplios rangos de temperatura: arranques en condiciones de congelación, cargas térmicas elevadas y ciclos continuos. En entornos confinados o con poca ventilación como las minas subterráneas, la acumulación de calor puede ser incluso más extrema. En lugares de construcción, los trabajos prolongados en el tiempo bajo la luz solar directa o en condiciones de mucho polvo pueden crear problemas similares. Para garantizar protección y rendimiento, los lubricantes deben:
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Ubicaciones remotas y retraso en reparacionesLos equipos para minería operan a menudo lejos de los talleres de servicio. Los lugares de construcción carecen a menudo de asistencia técnica inmediata cercana. Si un componente crítico falla, el retraso en recibir la pieza y la correspondiente reparación puede ser algo importante y costoso. Esta realidad refuerza la necesidad de:
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Mantenimiento bajo presión: plazos cortos, márgenes más ajustadosCon plazos siempre exigentes y con los equipos funcionando constantemente, los equipos de mantenimiento están siempre bajo presión. Pero retrasar el cambio de fluidos, saltarse los análisis o conformarse con lubricantes mediocres puede provocar consecuencias no deseadas a largo plazo. Para reducir averías evitables, las estrategias de lubricación deben priorizar:
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Una estrategia de lubricación estructurada y proactiva da frutos, especialmente en emplazamientos remotos y difíciles. Conoce los cuatro pilares que caracterizan una gestión eficaz de la lubricación destinada a que las flotas de construcción y minería puedan hacer su trabajo durante más tiempo.
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La lubricación en la construcción y la minería no es tarea fácil, pero resolver los retos a los que te enfrentas no tiene que ser algo complejo. Confía en lubricantes de alta calidad aprobados por los OEM, busca asesoramiento experto y pon en marcha prácticas de mantenimiento disciplinadas para que tu flota pueda funcionar correctamente más tiempo, de forma más limpia y con menos sorpresas.
La lubricación no es una pequeña nota al pie en la lista de comprobación de mantenimiento. Es el factor silencioso determinante de la disponibilidad y longevidad de los equipos, además del rendimiento final, incluso en los entornos más difíciles y remotos. Si se elige y se gestiona sabiamente, mantiene las operaciones en marcha, incluso cuando las condiciones son más difíciles.
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